El poder de los antioxidantes
En el mundo actual, pareciera que todos nos enfrentamos a cierto nivel de estrés, pero esto tiene su lado positivo ya que el estrés también puede ser beneficioso. En el aspecto mental, te motiva a dar lo mejor de ti en lo que haces y a terminarlo a tiempo. En el aspecto físico, el estrés contribuye a liberar sustancias químicas que te ayudan a mantenerte enfocado, alerta y con energía. Asimismo, el estrés puede indicarle a tu cuerpo que es el momento de reparar mecanismos que promueven la recuperación.
Ahora bien, también hay una parte negativa, y es que demasiado de algo bueno puede ser nocivo, y el estrés no es la excepción. Una carga elevada de estrés puede afectar el desempeño óptimo de tu cuerpo ya que el estrés prolongado puede conducir a condiciones inestables dentro de tu cuerpo.
Inicialmente, este desequilibrio puede pasar desapercibido, pero el desajuste que se va dando internamente en tu cuerpo puede ir desgastando tus células y con el tiempo, llegar a afectar su capacidad para funcionar de forma normal. Un mal funcionamiento de las células puede resultar en un desajuste de todos los sistemas del cuerpo y cuando esto sucede, el desequilibrio se vuelve aparente ya que comienza a afectar tu capacidad de verte y sentirte de lo mejor.
Míralo de esta manera, tu cuerpo es como una máquina que, aunque es asombrosa, va desgastándose poco a poco debido al uso constante. Además del deterioro natural (como el envejecimiento), la exposición a ciertos factores ambientales y del estilo de vida que llevamos (como el estrés), puede hacer que las células se desgasten aún más rápido.
También existen alteraciones internas que amenazan la salud de tus células. El proceso mismo de generar la energía que necesitas para sobrevivir crea moléculas dañinas que pueden afectar a tus células.
Con tantas fuerzas destructivas en tu contra, además del proceso de deterioro natural, podría parecer que mantener la salud de por vida es una hazaña imposible. ¡Pero no es así! Hay varias cosas que puedes hacer para que tus células funcionen lo mejor posible y puedas mantener tu salud por muchos años.
Una manera de respaldar tu salud es minimizar el estrés oxidativo, el cual es una de las mayores causas del daño celular.
Cómo combatir el estrés oxidativo
Los estudios acerca del estrés y el cuerpo han demostrado que los factores como la contaminación, la luz solar, el estrés emocional y el metabolismo afectan a las células.
Los factores de influencia destructiva, como los mencionados anteriormente, crean estrés en el organismo al aumentar la exposición de las células a los radicales libres. Aunque el cuerpo necesita radi
Una vez que la producción de radicales libres supera la capacidad de tu cuerpo para contrarrestar sus efectos potencialmente dañinos, se alcanza un estado de desequilibrio conocido como estrés oxidativo, el cual se cree que es uno de los principales responsables del deterioro de la salud celular.
Por lo tanto, minimizar la exposición a las fuentes de radicales libres e impulsar el sistema de defensa interno puede contribuir a mantener la salud de las células, y mientras más saludables se encuentren, mayor será la probabilidad de que te veas y te sientas de lo mejor.
Protección ante los radicales libres
Como se mencionó anteriormente, minimizar el estrés oxidativo es imprescindible para la salud ya que evita la acumulación de radicales libres no deseados en el organismo. El estrés oxidativo se deriva de la exposición a ciertos factores ambientales y al estilo de vida, por lo que adoptar hábitos saludables puede ser una buena manera de protegerse de los radicales libres potencialmente dañinos.
Dentro de estos hábitos saludables está: llevar una dieta balanceada, dormir bien, hacer ejercicio con regularidad, usar protección solar, evitar fumar y controlar los niveles de estrés. Una dieta saludable es especialmente importante cuando hablamos de reducir el estrés oxidativo ya que los nutrientes de los alimentos le proporcionan antioxidantes a tu cuerpo, los cuales son compuestos que protegen al cuerpo de los efectos nocivos de los radicales libres.
Los antioxidantes se encuentran tanto en el cuerpo como en los alimentos que consumes. Aquellos que se encuentran en tu cuerpo se denominan enzimas antioxidantes y son proteínas producidas por tu cuerpo que pueden adherirse a los radicales libres y evitar que causen daño. Las enzimas antioxidantes son reutilizables y por tal razón, pueden brindar protección contra un gran número de radicales libres.
Los antioxidantes que se encuentran en los alimentos se denominan antioxidantes dietéticos y son moléculas que actúan de la misma manera que las enzimas antioxidantes, pero no son reutilizables. Por lo tanto, las enzimas antioxidantes que forman parte de tu sistema de defensa interno son más potentes, pero esto no les resta importancia a las enzimas provenientes de tu dieta.
Obtén más antioxidantes
Una forma sencilla de aumentar los niveles de antioxidantes en el cuerpo es añadir más color a tus comidas. Los alimentos coloridos contienen una variedad de nutrientes que actúan directamente como antioxidantes o pueden activar la producción de enzimas antioxidantes. A continuación encontrarás una lista de alimentos ricos en antioxidantes y formas en las que puedes incluirlos en tu dieta.
- Los arándanos azules: Los arándanos azules contienen flavonoides, uno de los tipos principales de antioxidantes dietéticos. Estos frutos dulces pueden comerse solos o pueden agregarse al yogurt, las ensaladas o a la avena.
- Las uvas: Las uvas moradas y las uvas rojas contienen antiocianinas, las cuales pertenecen al tipo de antioxidantes llamados flavonoides. Las uvas contienen bastante agua, lo que las convierte en una excelente fuente de hidratación. Puedes consumirlas como un bocadillo o agregarlas a una ensalada de frutas o vegetales.
- Los aguacates: Los aguacates tienen un alto contenido de vitamina C y vitamina E, las cuales actúan como antioxidantes dentro de tu cuerpo y representan una excelente fuente de grasas no saturadas saludables para el corazón. Puedes machacar su pulpa y untarla en sándwiches, servirla como salsa para chips integrales y vegetales o mezclarla con un poco de jugo de limón, albahaca y aceite de oliva para crear una salsa cremosa que puedes servir sobre la pasta.
- Las espinacas: Las espinacas tienen un alto contenido de antioxidantes como el betacaroteno, la vitamina C y la luteína. Añade un puñado de espinacas a tus batidos o úsalas como aderezo en tus sándwiches para obtener más nutrientes.
- Los tomates: Los tomates tienen una alta concentración de licopeno, el cual pertenece al tipo de antioxidantes llamados carotenoides. Los tomates son sensibles al frío, así que guárdalos a temperatura ambiente para que maduren correctamente. Añade rodajas de tomate a tus sándwiches y ensaladas o prepara una salsa mezclándolos con cebollas, pimientos y condimentos.
- El camote: El camote es una excelente fuente de betacaroteno, que también se considera como un carotenoide. Espolvorea canela en los camotes al hornearlos para darles más sabor o córtalos en trozos pequeños y ásalos en el horno para degustarlos como un sabroso acompañamiento.
- Las manzanas: Las manzanas contienen antioxidantes potentes como la quercetina, la catequina y el ácido clorogénico. Córtalas en rodajas y úntalas con mantequilla de nueces para obtener un refrigerio balanceado o agrégalas a tu ensalada para darle un toque dulce y crujiente.
- El brócoli: El brócoli contiene flavonoides, como el kaempferol y la quercetina, al igual que carotenoides como la luteína, la zeaxantina y el betacaroteno. Puedes cocinarlo al vapor, saltearlo o asarlo para crear un delicioso platillo de acompañamiento.
Estar saludable puede ser más fácil de lo que piensas. Haz todo lo posible por mantener un nivel bajo de estrés, implementando hábitos correctos para una vida saludable como los que mencionamos anteriormente, principalmente, seguir una dieta balanceada. Y en esos días en los que no sea posible comer saludable, añade un suplemento rico en antioxidantes como RioVida® de 4Life.*
RioVida® es un suplemento dietético líquido con antioxidantes y 4Life Transfer Factor®, contiene una mezcla rica en antioxidantes proveniente de las manzanas, las uvas, el açaí, la granada, el arándano azul y la baya del saúco, y está fortificado con vitamina C.*